CONFLICTO Y SOLUCION DE PROBLEMAS
Muchas veces parecen sinónimos. Decir : “tengo conflictos con mi suegra” es como declarar : “tengo problemas con ella”; “Se me vino el problema de que mañana se vence la letra de cien mil pesos y no pude conseguir ese dinero”, es admitir que está uno en aprietos y en un conflicto.
El problema es una distorsión entre lo que “debería ser” y lo que en “realidad existe”.
PROBLEMA: Situación ambiental que demanda una respuesta de parte de quien lo enfrenta, con objeto de lograr la satisfacción de alguna necesidad.
CONFLICTO: Ante un problema, se trata de un intento violento por resolverlo, creando una situación de “choque” con repercusiones indeseables, sobretodo en la relación social o productiva que sostengan los protagonistas.
No todos los problemas crean conflicto. Incluso se puede afirmar que en muchos casos lo problemas son oportunidades para ser creativo, útil o productivo.
En el terreno de la psicología hay un área de estudio sobre el campo denominado “solución de problemas” en el que se enfatizan los factores de la situación “problema” y se considera que parte importante de la solución está en como se percibe el problema”.
También se han estudiado factores motivacionales y se ha podido observar que una “motivación es más conveniente en el sujeto que se enfrenta al problema.
Cuando tenemos un conflicto interpersonal, como en la mayoría de las situaciones a las que nos enfrentamos cotidianamente, sale a flote nuestra naturaleza instintiva o animal.
Una de las dos estrategias que tienen los animales, en la selva, para enfrentar sus problemas de sobrevivencia, es el ataque o desplazamiento agresivo.
Para ello, dependiendo del animal que se trate, se emite una gran cantidad de conducta en amenazas y señales, sobretodo en la defensa de la territorialidad.
El hombre también muestra la tendencia agredir ante el conflicto y es más probable que lo haga si está en su propio territorio.
La Agresión es un comportamiento que ha permitido la sobrevivencia del más apto, como mecanismo de selección natural, pero en nuestro medio social y laboral adquiere una connotación indeseable, luego hay que evitar las fuentes que provocan con más frecuencia la agresión territorial: la invasión a la propiedad privada y el espacio reducido entre las personas (burbuja personal).
También hay otro tipo de agresión que forma parte de nuestra dotación natural y es la agresión refleja. Obviamente no es racional . Se ha observado con frecuencia que en seguida de que alguien experimente una estimulación nociva (ruido fuerte, mala noticia) se incrementa enormemente la presencia de comportamiento agresivo irracional, con una respuesta inmediata y de gran magnitud. Se trata de personas impulsivas, quizá estresadas y predispuestas a responder con una energía acumulada incontrolable.
Estas personas requieren de ayuda profesional o al menos de un entrenamiento para manejar el impulso, el estrés y la comunicación cara a cara.
Finalmente, el tipo más frecuente de agresión es la agresión operante que es un comportamiento igualmente dañino pero que no es provocado por una situación precedente inmediata, sino por el interés de conseguir una consecuencia deseable.
No produce daños mayores y es más característica de personas que controlan su impulso y son capaces de hacer un plan para combatir la fuente de estimulación nociva o la situación indeseable (conflicto) que se quiere modificar.
Lamentablemente, como indicamos, la estrategia agresiva conduce no a la solución del conflicto sino a su agravamiento y generalmente los protagonistas terminan lesionados, muertos o encarcelados .
La segunda estrategia que siguen los animales en caso de un conflicto de sobrevivencia en la selva, es la huida o el escape. Si se logra sobrevivir de la situación, se aprende a repetir la estrategia, pero también se aprende a temer a la situación o a las señales de peligro que implica la misma.
Para atacar, pero sobretodo para huir se necesita elevar el metabolismo y tener los músculos y todos los sistemas preparados. Esto se lograr mediante el disparo de hormonas desde las glándulas suprarrenales, en respuesta a la orden central del SN. El corazón late velozmente, respiramos con rapidez, se incrementa la circulación periférica, aumenta la presión arterial, se paraliza la digestión, etc...
Esto nos trae peligros de enfermedad, pues ya no vivimos en la selva. Algunas enfermedades a desarrollar serían:
Diabetes Mellitus.- Pues se incrementan los niveles de glucosa en la sangre como consecuencia del estrés psico- biológico
Hipertensión Esencial.- La tensión de los músculos provocada por los disparos de adrenalina y noradrenalina, presiona las paredes de las venas y las arterias, elevando sensiblemente los niveles de la presión arterial.
Neurosis.- La persona que se encuentra en problemas, desarrolla ansiedad que se manifiesta con tensión muscular y con fenómenos cognitivos de torpeza y déficit. Hay mal humor y se dan respuestas de mucha desesperación o de franca depresión.
El camino de huir o querer escapar de los problemas, nos lleva a aislarnos, a tomar una ruta de escape como el alcoholismo o la drogadicción (tabaquismo, auto -medicación). La mayoría de las personas que toman ésta ruta terminan como clientes de un psiquiatra o de un hospital para enfermos mentales, si no es que desarrollan enfermedades psico- fisiológicas (en la piel, en el aparato digestivo, etc) o viven una vida miserable llena de temores e inseguridad
SOLUCION DE CONFLICTOS
La habilidad de manejar airosamente los conflictos sigue caminos inversos a los enunciados en el Tema anterior. Señalemos primero los aspectos positivos:
1.- Aceptar la condición humana que hace de la vida una cadena de conflictos: apreciarlos como forjadores del carácter, estímulos para el desarrollo, promotores de cambio y progreso. Enfrentar el conflicto más que evitarlo.
2.- Cultivar el gusto de vivir, trabajar, relacionarse, luchar y vencer las dificultades.
3.- No atribuir los conflictos a la mala voluntad de la gente: aceptar a las personas con todo y sus ideas diferentes a las nuestras y no convertir los conflictos en cosas personales.
4.- Aprender a dialogar y para ello, cultivar la empatía: entender al otro antes de defenderse de él. Distinguir ente discusión y polémica, entendiendo que discusión denota el acto de sacudir una cosa para que aparezca tal cual, en tanto que polémica significa enemistad y batalla (del griego podemos). Aceptar que quien dialoga toma el riesgo de ser persuadido y cambiar sus ideas y/o conductas.
5.- Fomentar en sí mismo y en el equipo de trabajo la actitud mental y emotiva de “ganar - ganar” en vez de “ganar - perder”
.
6.- Cambiar la disposición a la tolerancia con asertividad, porque ésta es firmeza, seguridad, fuerza constructiva y espina dorsal, que da solidez a cualquier negociación.
7.- Encauzar la agresividad evitando los dos extremos: reprimir y explotar.
8.- Como medida en muchos problemas se aplica el análisis de problemas: diagnosticar el problema tras formularse una serie de preguntas para definir cómo está uno viviendo la situación, cómo afecta reconocer la forma en que las propias actitudes contribuyen a crear o continuar el problema y aclarar los propios valores al respecto. Encontrar y ubicar todas las alternativas de acción - propias de la reacción al conflicto - con verdadero deseo de mejorar las cosas. Decidir la alternativa más adecuada y una estrategia para implementarla.
9.- Desarrollar en sí mismo y en los miembros del equipo las habilidades de negociación: iniciar sin atacar, escuchar con empatía para llegar a un diagnóstico que integre aportaciones de todos, crear en los interlocutores actitudes de cooperación, enfatizar los valores comunes y ceder un poco para encontrar un punto intermedio.
10.- Llevar los asuntos a votación y cuando esté claro llegar a un acuerdo unánime.
11.- En casos especiales, recurrir a la mediación y arbitraje de personas respetadas por las partes en conflicto y saber ejercer resistencia pasiva, como: huelgas, boicots y firmeza sin brusquedad destructiva.
12.- Por último, practicar técnicas de relajación para serenarse y mantener el control de las propias emociones.Empoderamiento o apoderamiento, se refiere al aumento de la fortaleza espiritual, política, social o económica de los individuos y las comunidades. Generalmente involucra el desarrollo en el beneficiario de una confianza en sus propias capacidades.
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